Se dice que los champiñones crecen en la oscuridad. Y no puedo estar más de acuerdo con esta verdad que se empeña en demostrarnos la Naturaleza siempre que tiene ocasión. Durante muchos años he sido una mente inquieta atrapada en las tinieblas de la enfermedad. Y sabía en mi interior que todo aquello sucedía por algo. Pasaban los años y mi enfermedad empeoraba. Cuanto más tiempo pasaba en el hospital, más crecía mi creatividad, más se abría mi mente para poder atrapar la luz, rodeada de toda aquella oscuridad, pues a cada achaque, me surgía una nueva necesidad de expresarme. Relatos, poesía, fotografía, cocina… Crecía mi creatividad cual champiñón. Cualquier disciplina era válida para sacar y experimentar todo aquello que me hiciera sentir viva. Aprender a adaptarme a la evolución de mi enfermedad y desarrollar toda esta creatividad me ha dado un caleidoscopio de miradas diversas, un bagaje creativo dispuesto para explotar.
Siempre he sido muy observadora y analizando lo que me ha rodeado estos últimos años, habiendo pertenecido a varias asociaciones de pacientes, me he dado cuenta de la maravillosa labor que hacen muchas entidades que trabajan por el bienestar de los pacientes y lo poco que comunican. ¿Por qué?, me pregunto a menudo. ¿Por qué no llegar a una audiencia más amplia y poder ayudar a más gente?
En la Era de la Comunicación ya no sólo lo que no se cuenta no existe, sino que vivimos tan rodeados de mensajes a todas horas, en todo tipo de pantallas y soportes, que se hace vital que el tuyo destaque si eres una organización, empresa, administración pública o marca personal. Ya no basta con hacer y con estar. Ahora mismo no basta con informar de que estamos y de lo que hacemos sino que, en 2024 y con la aparición de las nuevas herramientas de inteligencia artificial, se trata de contar, de tener una voz propia con la que ser capaces de seducir e impactar a la audiencia a través del storytelling de las acciones de comunicación. Se debe saber manejar las palabras, su correcto uso, significados y posible impacto en las personas si se quiere destacar entre la multitud de mensajes de un mercado y unos espacios saturados de anuncios y comunicación. No importa el mercado en el que queramos desarrollar nuestra actividad, pues hoy en día hasta el mercado social está lleno de iniciativas que compiten unas con otras por atraer y enamorar a públicos, socios, empresas, mecenas y administraciones públicas. Siempre que observo la magistral manera de comunicar las ideas o productos de algunas empresas que llaman especialmente mi atención, pienso que es este tipo de comunicación persuasiva la que necesita también el Tercer Sector Social. Sin embargo, dada la casuística del mismo, y con casuística me refiero a recortes en los presupuestos sociales de administración nacional y regional y la autogestión de muchos proyectos mediante voluntariado, es un sector que sufre la falta de profesionalidad en el entorno de la comunicación. Pero eso no quita que es un sector, el de la iniciativa social, que crece exponencialmente a la vez que la sociedad pierde nivel adquisitivo y acabamos con los recursos naturales del planeta. Son todo estos factores los que me dirigen a desarrollar la idea de crear una agencia de comunicación sensible a todas estas causas y especializada en la producción de eventos solidarios.
El Tercer Sector rompe los esquemas establecidos durante décadas en la sociedad capitalista, las divisiones rígidas entre los público/social y lo privado. Quizá es su carácter innovador como conector entre estos dos ejes lo que ha hecho que fuera casi invisible, pese al continuo crecimiento de su importancia y peso en la sociedad española. Esta es la oportunidad donde los eventos solidarios para la sensibilización y la comunicación sensible como herramientas estratégicas de comunicación tienen cabida para visibilizar todas esas miles de iniciativas sociales y solidarias que permanecen prácticamente escondidas y al alcance de unos pocos. De ahí la importancia de crear una agencia de comunicación sensible que entienda las particularidades tanto de las causas sociales, como de sus usuarios y diversos públicos, y que sea canalizadora todas estas necesidades comunicativas que tienen los proyectos sociales, precisamente para comunicarse con la sociedad que los rodea y a la que pretenden ayudar.
2 Responses
Iba cogiendo información de aquí, allí y allá empezando a entender la finalidad de tu agencia «Ojitos amarillos» ( creo que no podía tener otro nombre más significativo y a la vez bonito». Ahora con este texto explicativo he completado el puzzle. Gracias por ser como eres. Si tu libro, por motivos obvios, me llenó tanto, ahora con lo que acabas de crear solo me queda decirte «CHAPEAU».
Tendrás éxito en todo lo que te propongas. Lo haces con el corazón y con tu «socio», perdón socios. Un abrazo para los tres.
Muchas gracias Luis, los Ojitos Amarillos, a pesar de todo, me están trayendo muchas cosas buenas. AL final es la maera en la que he aprendido a mirar el mundo desde la enfermedad. Y con toda mi experiencia, profesional y personal, estoy dispuesta a darle al mundo todo lo que esté en mi mano, en este caso a través de la comunicación y la creatividad. Mirar con Ojitos Amarillos es ver el futuro con esperanza.